¿Qué espera un niño con TDAH y sus padres de nosotros?

Carta de Diego

Estimado profe:

Antes de que comience el curso, permíteme hablarte de mí. Soy un niño que tiene un trastorno llamado TDAH. Esto significa que me comportaré de forma muy inquieta, a veces impulsiva. En ocasiones me será difícil mantener la atención. Me distraeré fácilmente y a veces haré bobadas que distraigan a los demás. Olvidaré los deberes y también los libros y cuadernos. Quiero que sepas que todo esto no lo lo hago porque quiera, sino porque no puedo evitarlo. Tampoco te sientas ofendido, ni pienses que deseo fastidiarte.

Me gustaría que, pese a todo lo que el TDAH me haga hacer en clase, me quieras, me aceptes, y me digas que valgo mucho, que soy un buen niño y también que en ocasiones soy capaz de hacer cosas con éxito. Sé, por mis padres que hacer esto te va a resultar difícil, pero... ¡Tú eres un profe!
Seguro que lo harás bien. Es bueno, que guardes esta carta y la leas a menudo, porque nos hará falta a los dos...

Con mucho cariño,

tu alumno Diego

domingo, 25 de marzo de 2012

¿Qué tratamiento se sigue en AFNADAH?

El tratamiento seguido en la asociación es el multimodal, este es el que ha mostrado mayor efectividad (Multimodal Treatment of Children with ADHD), combinando diferentes componentes:


v  Tratamiento psicológico dirigido a padres, profesores y niños:

-   Información sobre el trastorno.

-   Estrategias de manejo de la conducta.

-   Estrategias de comunicación para mejorar la relación con su hijo/alumno.

-   Estrategias para aumentar el propio autocontrol del niño con TDAH.


v  Tratamiento farmacológico: el objetivo de la medicación es hacer remitir los síntomas básicos del trastorno. Los medicamentos más eficazmente utilizados son los estimulantes. Su eficacia y seguridad han sido ampliamente estudiados durante décadas. En la mayoría de los casos suelen ser tratamientos de larga duración (años) y facilitan tanto el correcto desarrollo intelectual, social y familiar, como la eficacia de otras terapias psicopedagógicas.

v  Tratamiento psicopedagógico: dirigido a mejorar las habilidades académicas del niño y el comportamiento mientras estudia o hace los deberes, también pretende instaurar un hábito de estudio al niño que no lo tiene; además de trabajar las habilidades sociales entre otras cosas.


Un tratamiento combinado (correcta pautado) y de instauración precoz, puede ofrecer nuevas perspectivas a la vida del niño y a su futuro.

¿Qué es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una enfermedad, caracterizada por un patrón constante de falta de atención y/o hiperactividad/impulsividad más frecuente y acusado, que el que se observa en individuos con un nivel de desarrollo comparable.
El TDAH afecta a millones de niños y adultos. Esta enfermedad que es algo más común en la infancia, se suele diagnosticar durante los primeros años de escolarización. En la actualidad afecta aproximadamente entre un 3 y un 7 por ciento de la población en edad escolar; además hay entre 3 y 4 veces más niños diagnosticados que niñas.

Las investigaciones indican que su prevalencia entre adultos es entre un 2 y un 4 por ciento. La proporción por sexos es de 2 a 1 o inferior: los hombres tienen más posibilidades de padecer TDAH que las mujeres. Los síntomas suelen variar en adolescentes y adultos. La creencia generalizada entre los profesionales de que los niños “superan” el TDAH al alcanzar la edad adulta es errónea. Un diagnóstico adecuado y un tratamiento eficaz durante la infancia resultan de vital importancia, ya que pueden contribuir a aumentar la autoestima, a mejorar el rendimiento académico y las habilidades sociales, a solucionar problemas de comportamiento y a paliar los efectos a largo plazo del TDAH en la edad adulta.

A pesar de la mayor concienciación sobre el problema, el TDAH se reconoce con dificultad, lo que hace que menos de la mitad de los individuos afectados consigan un diagnóstico adecuado. Además, pocas de las personas diagnosticadas reciben un tratamiento correcto, o bien lo reciben con una demora de más de un año desde la detección del problema.

Por parte de los docentes, hay un gran desconocimiento o confusión en el tema del TDAH, y como futura psicopedagoga, es importante entender que no existen dos personas con este déficit que reaccionen de la misma manera, debido a las características personales de cada alumno.



Es importante hacer entender y/o recordarles, que las personas con TDAH necesitan una vida muy estructurada y seguir una rutina determinada, controlando los cambios que se puedan producir por factores externos, como por ejemplo las vacaciones. Necesitan ser marcados, establecerles pautas, organizar su tiempo y darles cierta estabilidad, participando en las tareas de casa, y haciendo sus tareas del colegio, siempre manteniendo una relación (comunicación) y reforzando su autoestima; pero evitando la sobreprotección. Hay que tener en cuenta que este tipo de niños pese al esfuerzo que puedan realizar, cometen mayor número de fracasos y errores que los de su edad,  provocándoles frustración.

La comunicación entre el niño y la familia puede llegar a ser conflictiva en la adolescencia, debida a problemas conductuales o de fracaso escolar, llegando incluso al enfrentamiento… es por eso que hay que trabajar por una buena convivencia familiar, con el fin de evitar posibles problemas.

El niño con TDAH necesita ser tratado adecuadamente, ayudándole a superar sus dificultades y a controlar sus impulsos, con el fin de que encuentre una motivación. Para que esto surja efecto, necesitará que les mostremos afecto, y que este lo pueda encontrar también en la familia y por tanto en la sociedad. El reconocimiento y la valoración de sus acciones positivas y progresos, les proporcionarán una gran satisfacción; por lo tanto, independientemente de su CI, el apoyo de la familia y los docentes, así como de su grupo de iguales será imprescindible, de ello dependerá en gran parte su continuidad con los estudios o su fracaso a nivel general (estudios, relaciones sociales…); estos alumnos son muy constantes con aquello que les gusta y/o motiva.

Este trastorno tiene también su parte buena; pueden ser potenciados, ya que estos niños tienen una respuesta alta a estímulos positivos. La creatividad y originalidad suelen ser una de sus principales características; no todo son desventajas.

Objetivos del Proyecto

Por parte de los docentes, sigue habiendo un gran desconocimiento o confusión en el tema del TDAH, y por otra parte, como futura psicopedagoga, es importante entender que no existen dos personas con este déficit que reaccionen de la misma manera, debido a las características personales de cada alumno (no siempre se muestra movido; ante aquello que le interese, puede mostrarse tranquilo, aun siendo hiperactivo).

Para los padres es tarea difícil, mostrar conciencia de los problemas que esto puede generar a sus hijos y las reacciones de éstos pueden ser de lo más variadas, hasta incluso pensar que es muestra de un coeficiente intelectual bajo. Tras el diagnóstico del niño hay padres que se lo toman mal y en cambio, otros se muestran aliviados de saber la causa de los problemas. Desde la asociación, en el ámbito familiar se realizan terapias, escuelas de padres y grupos de apoyo, con el fin de escucharlos, guiarlos, ayudarles y compartir experiencias.



Desde la asociación, además de la realización del informe diagnóstico, se le realizará un tratamiento tanto a nivel de terapia individual como a nivel de talleres. Los talleres que se imparten varían según su contenido, los aspectos principales a trabajar son: habilidades sociales, entrenamiento en autocontrol, atención, memoria, concentración, inteligencia emocional, modificación de conducta, ansiedad, técnicas de estudio y el juego.

Con el Prácticum II, se pretende principalmente:

ü  Concienciar al mayor número de gente posible (padres y profesores de los niños especialmente) de lo que es el “concepto” TDAH, qué consecuencias tiene esto en los alumnos y cómo deben ayudarlos.

ü  Organización de distintas mesas redondas, dirigidas a adolescentes y padres (por separado).

ü  Continuar trabajando con los alumnos en los talleres, pero cada vez los contenidos a trabajar son mayores; a partir de ahora las sesiones se centrarán más hacia conceptos como: atención y memoria, desmotivación, depresión y ansiedad, habilidades sociales, técnicas de estudio (planificación y organización) y el juego.

ü  Participación en distintas jornadas con padres y niños: sesiones de risoterapia y expresión corporal, técnicas de estudio, programa psicoeducativo y técnicas de relajación.