¿Qué espera un niño con TDAH y sus padres de nosotros?

Carta de Diego

Estimado profe:

Antes de que comience el curso, permíteme hablarte de mí. Soy un niño que tiene un trastorno llamado TDAH. Esto significa que me comportaré de forma muy inquieta, a veces impulsiva. En ocasiones me será difícil mantener la atención. Me distraeré fácilmente y a veces haré bobadas que distraigan a los demás. Olvidaré los deberes y también los libros y cuadernos. Quiero que sepas que todo esto no lo lo hago porque quiera, sino porque no puedo evitarlo. Tampoco te sientas ofendido, ni pienses que deseo fastidiarte.

Me gustaría que, pese a todo lo que el TDAH me haga hacer en clase, me quieras, me aceptes, y me digas que valgo mucho, que soy un buen niño y también que en ocasiones soy capaz de hacer cosas con éxito. Sé, por mis padres que hacer esto te va a resultar difícil, pero... ¡Tú eres un profe!
Seguro que lo harás bien. Es bueno, que guardes esta carta y la leas a menudo, porque nos hará falta a los dos...

Con mucho cariño,

tu alumno Diego

lunes, 30 de abril de 2012

Saber ganar y perder...

Me gustaría compartir con vosotros una sesión individual que realicé dirigida por la psicóloga este semana. Cuando trabajamos el juego, siempre hablamos de que el objetivo principal es pasarlo bien, independientemente del resultado. En la asociación hace poco ha entrado un niño nuevo, pero que no puede trabajar de momento con ninguna de los grupitos en los talleres, porque siempre está alabando lo bueno que es y diciendo que es el mejor y siempre está buscando defectos en los demás...

Se trata de un niño con distintos problemas y a distintos niveles. Pero el objetivo de esta sesión en concreto era trabajar el sentido del juego, ya que esto le está llevando tener numerosos problemas con otros niños.
Él en su cabeza imagina otra realidad, no entiende que él pueda perder o dicho de otra forma, que otra persona le pueda ganar. Cuando el resultado no es el esperado, culpa a los demás... "habías cambiado la ficha de sitio", "no te habías colocado bien" etc.

Jugamos con él a la oca, y casualmente gané yo. Empezó a cantar "te he ganado, te he ganado" y le contesté, unas veces ganamos y otras perdemos, en esta ocasión he ganado yo. Él me respondió, "no, no ha sido así, he ganado yo, tu ficha estaba mal puesta y has contado mal", en la siguiente partida ocurrió lo mismo y la tercera ganó el niño, pero empezó "te he ganado, te he ganado, soy el mejor, no sabes jugar".

El problema es bastante serio, puesto que esa imagen ficticia de la realidad, la traslada a su mundo y realmienta piensa que es así, como él la ve. A la hora de jugar con otros niños sufre rechazo y enfado por parte de los demás, lo que es completamente normal, puesto que siempre tiene que ser el mejor en todo y ganar en todo.

Se está trabajando muy seriamente este aspecto con él, pero queda mucho camino por recorrer, principalmente porque no ve que su actitud molesta a los demás. Se ha hablado de forma seria con la madre, para que desde casa apoye la intervención y trabajo con su hijo este aspecto.

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