¿Qué espera un niño con TDAH y sus padres de nosotros?

Carta de Diego

Estimado profe:

Antes de que comience el curso, permíteme hablarte de mí. Soy un niño que tiene un trastorno llamado TDAH. Esto significa que me comportaré de forma muy inquieta, a veces impulsiva. En ocasiones me será difícil mantener la atención. Me distraeré fácilmente y a veces haré bobadas que distraigan a los demás. Olvidaré los deberes y también los libros y cuadernos. Quiero que sepas que todo esto no lo lo hago porque quiera, sino porque no puedo evitarlo. Tampoco te sientas ofendido, ni pienses que deseo fastidiarte.

Me gustaría que, pese a todo lo que el TDAH me haga hacer en clase, me quieras, me aceptes, y me digas que valgo mucho, que soy un buen niño y también que en ocasiones soy capaz de hacer cosas con éxito. Sé, por mis padres que hacer esto te va a resultar difícil, pero... ¡Tú eres un profe!
Seguro que lo harás bien. Es bueno, que guardes esta carta y la leas a menudo, porque nos hará falta a los dos...

Con mucho cariño,

tu alumno Diego

martes, 29 de mayo de 2012

Conclusiones y despedida

Cerrando la última página de este diario, aunque la puerta a la reflexión y a crecer como especialista siempre quedará abierta...


"Las prácticas son respecto a la acción lo mismo que las creencias al pensamiento"

Mattew Lipman

El prácticum es un espacio de formación que quiere ser un referente para la práctica profesional, y que junto al estudio teórico han contribuido a la construcción profesional de nuevos especialistas, siende este nuestro caso, como futuras psicopedagogas.

Este período es sinónimo de concreción y síntesis de todos los aspectos que hemos construido a lo largo de nuestra formación, y que va determinando la propia imagen que después nos gustaría proyectar en la realidad. Es por este motivo que antes de redactar el pre-proyecto, valoré los distintos ámbitos de intervención, pues mi objetivo era poder sacar el máximo de esta experiencia, aprender recursos y poder aplicar lo aprendido. Yo me dedico a la docencia, trabajo que realizo muy agusto, así que decidí escoger el ámbito escolar, dicha intervención incluiría mínimamente: diagnósticos, atención a la diversidad, orientanción e intervención psicopedagógcia, asesoramiento a las familias y colaboración en el establecimiento de vínculos familia-escuela-comunidad.

Cada vez en las aulas es más frecuente encontrarte con alumnos con TDAH, profesores desorientados y qué no saben que hacer, sin olvidarnos de familias agobiadas... así que siendo un tema que siempre me ha preocupado bastante, decidí que esta era una muy buena oportunidad para poner mi granito de arena. Tratar con estos alumnos cada unos con sus particularidades, ayudar a los docentes, saber qué sienten las familias, que les preocupa, buscar estrategias para estos niños, tratar de entenderlos etc. es unaocasión de formación inmejorable, puesto que es una realidad cercana. Muchas veces los psicólogos del centro reparten pautas o información, pero el problema es que desde las aulas se hace bien poco, no acaba de haber un entendimiento entre tutores o maestros, con psicólogos o psicopedagogos. Parecen mundos distintos, y el perjudicado siempre es el niño.

Respecto al pre-proyecto he realizado algunas modificaciones, puesto que en el proceso de intervención siempre surgen hechos que te hacen cambiar parte de la planificación, en mi caso ha sido en las actividades que se han trabajado en los talleres. Como he comentado en alguna de las entradas de este blog, el estado emocional del niño puede obligarte a cambiar parte de la sesión, o adaptarla en parte, así que estos han sido los cambios más relevantes. Cuando realicé el Prácticum I si que me ví obligada a realizar más cambios, pero en este caso al ser en el mismo centro, ya intenté prever este aspecto.
Cuando el alumno viene alterado por algún altercado o problema en la escuela (algunas veces con compañeros), o muestra dificultades en conceptos básicos en la escuela, y también el hecho de que no se sientan comprendidos por su profesor, incluyendo la no adaptación de los exámenes; es algo que muchas veces dificulta el progreso esperado, porque se refleja en una baja autoestima y poca motivación. El tema familiar también es delicado, hay padres que son conscientes de lo que sus hijos tienen y qué pueden hacer para ayudarles, aunque eso sí, aceptando qué tienen TDAH; en cambio hay familias que les cuesta asimilarlo o no existe entendimiento entre padre-madre (separación o divorcio) y es un problema añadido a su complicado día a día; no saben afrontarlo y eso los niños lo notan. Al hablar con las familas, te das cuenta de que atención reciben en casa y qué expectativas tienen sobre sus hijos.


No querría cerrar estas líneas sin antes agradecer a Rosana, mi tutora de prácticas todas las oportunidades de aprendizaje que me ha brindado y todo lo que me ha enseñando, incluyendo una gran batería de recursos que me serán de gran utilidad para aplicarlos en el aula, especialmente para los alumnos con TDAH.

Por último, dar gracias a Mª del Pilar Martínez Agut, consultora en este Prácticum II. Destacar la forma en la que ha planificado y orientado la asignatura, dándonos la posibilidad de acercarnos a otras realidades posibles dentro de la psicopedagogía, con la lectura y valoración de los blogs de las compañeras. Es ese feedback el que te da ánimos y el que te hace valorar posibles cambios y te acerca a otras formas de trabajo.

Muchas gracias a todas por este tiempo que hemos compartido juntas y hacer especial mención a los niños que acuden a la asociación, ellos han sido los verdaderos protagonistas de mi prácticum.

                                                                                                                                                  Mamen A.


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