¿Qué espera un niño con TDAH y sus padres de nosotros?

Carta de Diego

Estimado profe:

Antes de que comience el curso, permíteme hablarte de mí. Soy un niño que tiene un trastorno llamado TDAH. Esto significa que me comportaré de forma muy inquieta, a veces impulsiva. En ocasiones me será difícil mantener la atención. Me distraeré fácilmente y a veces haré bobadas que distraigan a los demás. Olvidaré los deberes y también los libros y cuadernos. Quiero que sepas que todo esto no lo lo hago porque quiera, sino porque no puedo evitarlo. Tampoco te sientas ofendido, ni pienses que deseo fastidiarte.

Me gustaría que, pese a todo lo que el TDAH me haga hacer en clase, me quieras, me aceptes, y me digas que valgo mucho, que soy un buen niño y también que en ocasiones soy capaz de hacer cosas con éxito. Sé, por mis padres que hacer esto te va a resultar difícil, pero... ¡Tú eres un profe!
Seguro que lo harás bien. Es bueno, que guardes esta carta y la leas a menudo, porque nos hará falta a los dos...

Con mucho cariño,

tu alumno Diego

domingo, 20 de mayo de 2012

¿Qué cónsecuencias puede tener seguir un tratamiento inadecuado?

Según los últimos estudios sólo el 25% de los casos es abordado en España correctamente, a pesar de que si hubiera un diagnostico precoz y un tratamiento adecuado se podría conseguir una reducción de sus síntomas en un 80% de los casos.

Si este trastorno no se diagnóstica precozmente y no se trata adecuadamente, puede perdurar en la adolescencia y en la edad adulta de las personas. El 80% de los niños con este trastorno lo continúan en la adolescencia. Los adolescentes con TDAH, tiene mas dificultades en autocontrolarse no piensan las consecuencias de sus acciones, no aprenden de sus errores, viven el presente, por lo que tiene más probabilidad de cometer conductas de riesgo (consumo de sustancias, tabaco, drogas, alcohol, relaciones sexuales más tempranas, dificultades de tráfico…)

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