¿Qué espera un niño con TDAH y sus padres de nosotros?

Carta de Diego

Estimado profe:

Antes de que comience el curso, permíteme hablarte de mí. Soy un niño que tiene un trastorno llamado TDAH. Esto significa que me comportaré de forma muy inquieta, a veces impulsiva. En ocasiones me será difícil mantener la atención. Me distraeré fácilmente y a veces haré bobadas que distraigan a los demás. Olvidaré los deberes y también los libros y cuadernos. Quiero que sepas que todo esto no lo lo hago porque quiera, sino porque no puedo evitarlo. Tampoco te sientas ofendido, ni pienses que deseo fastidiarte.

Me gustaría que, pese a todo lo que el TDAH me haga hacer en clase, me quieras, me aceptes, y me digas que valgo mucho, que soy un buen niño y también que en ocasiones soy capaz de hacer cosas con éxito. Sé, por mis padres que hacer esto te va a resultar difícil, pero... ¡Tú eres un profe!
Seguro que lo harás bien. Es bueno, que guardes esta carta y la leas a menudo, porque nos hará falta a los dos...

Con mucho cariño,

tu alumno Diego

domingo, 27 de mayo de 2012

FASE III - Intervención psicopedagógica

Los objetivos de la fase 3 quedan cumplidos, aunque voy a seguir acudiendo a las sesiones hasta finales de junio, puesto que los talleres siguen en marcha hasta entonces. A partir del mes de julio los aspectos a trabajar u objetivos serán otros.
En esta fase he podido asistir a los diagnósticos y hacer una valoración de los resultados, permitiéndome esto diseñar un modelo de intervención adecuado a las necesidades de cada alumno.
El trabajo en los talleres forma parte de esta intervención, he aprendido la forma de trabajar aspectos como: habilidades sociales, entrenamiento en autocontrol, atención, memoria, concentración, inteligencia emocional, modificación de conducta, ansiedad, técnicas de estudio y el juego.
No hay que olvidar que en estas sesiones se trabaja todo de forma indirecta, no puedes presentarle al niño directamente que va a trabajar, hay que presentarlo de una forma que les pueda resultar agradable o almenos que nos les haga sentir mal. Los resultados que se consiguen son muy buenos y el progreso es evidente, especialmente si haces la comparación desde el inicio del curso hasta ahora. El hecho de trabajarlos en todos estos aspectos les ayuda a poder afrontar diversas situaciones y se les dota de unos recursos a nivel personal que les hace más seguros. Aprenden a tratar con los demás, a saber cómo actuar, cómo resolver conflictos, el sentido del juego etc.
El hecho de planificar las sesiones con la psicóloga en un principio, y poco a poco ir tomando la iniciativa y diseñar las actividades para los talleres me ha servido para reflexionar sobre todo el tiempo de estudio, aplicar los conocimientos teóricos a la práctica y especialmente acercarme a las familias y a la realidad que vive el niño. Por otra parte, el intentar acercar pautas de trabajo del alumnos con TDAH al profesorado, y poder concienciarles de la necesidad de implicarse con estos niños me ha resultado muy gratificante, e incluso a mi misma a la hora de trabajar con mis discentes con TDAH en el aula, como profesora.


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