¿Qué espera un niño con TDAH y sus padres de nosotros?

Carta de Diego

Estimado profe:

Antes de que comience el curso, permíteme hablarte de mí. Soy un niño que tiene un trastorno llamado TDAH. Esto significa que me comportaré de forma muy inquieta, a veces impulsiva. En ocasiones me será difícil mantener la atención. Me distraeré fácilmente y a veces haré bobadas que distraigan a los demás. Olvidaré los deberes y también los libros y cuadernos. Quiero que sepas que todo esto no lo lo hago porque quiera, sino porque no puedo evitarlo. Tampoco te sientas ofendido, ni pienses que deseo fastidiarte.

Me gustaría que, pese a todo lo que el TDAH me haga hacer en clase, me quieras, me aceptes, y me digas que valgo mucho, que soy un buen niño y también que en ocasiones soy capaz de hacer cosas con éxito. Sé, por mis padres que hacer esto te va a resultar difícil, pero... ¡Tú eres un profe!
Seguro que lo harás bien. Es bueno, que guardes esta carta y la leas a menudo, porque nos hará falta a los dos...

Con mucho cariño,

tu alumno Diego

martes, 1 de mayo de 2012

Una lección...

Tengo un alumno con el que trabajo de forma privada desde hace 4 años, y en su momento perteneció a la asociación, pero me gustaría compartir su caso.

No fue hasta 6º de primaria que le diagnosticaron que tenia TDAH, el niño estaba agobiado, pues no podia controlar su comportamiento, estaba inquieto, le costaba centrarse y concentrarse etc. Los padres estaban muy preocupados, primero por su hijo y después por la imagen que tenian de él los profesores, siempre le estaban poniendo notitas en la agenda, expulsándolo de clase, regañándolo delante de todos, bajándole la nota por el comportamiento etc.

El hecho de tener un diagnóstico, significó encontrar una respuesta a su comportamiento y actitud, la medicación le ayudó y el apoyo de la familia y trabajarlo a distintos niveles y/o aspectos significó una mejoría, aunque eso así poco a poco...

Actualmente está estudiando 3ºESO, a nivel de estudio es brillante, es un niño muy inteligente y con un gran corazón... pero su problema viene a la hora de hacer el examen por escrito. Se le dispersa la información y no es capaz de plasmar todo aquello que sabe. El psicólogo del mismo centro recomendó al profesorado que sería conveniente que le adaptaran el tipo de examen, sin rebajar los contenidos, pero la propuesta no ha tenido mucho éxito; así que seguimos luchando, lo más sorprendente es que no se desanima, que sigue esforzándose y de hecho ha aprobado las recuperaciones del 2º trimestre y por supuesto, ya estamos preparando y trabajando duro para poder aprobar el tercer trimestre.

Todo esto os lo cuento por lo siguiente... el otro día me dice:

Mamen, ya se lo que quiero ser de mayor, me gustaría ser psicólogo, pero no un simple psicólogo, sino un especialista en el tema del TDAH, para poder ayudar a otros niños que puedan tener el mismo problema que tengo yo...

Me quedé asombrada y al mismo tiempo me sentí satisfecha y recompensada. Que un alumno que sigue padeciendo algunas consecuencias de este trastorno, que no le deje mostrar a los demás lo brillante que es y que en algunos momentos siga sientiéndose algo nervioso... pero que pese a todo se plantee este futuro ¡me dejó sin palabras!

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